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Soy Kiko Simeón y soy fotógrafo. Lo soy porque creo, precisamente, que el poder de esta profesión es hacer visible eso que no se ve, pero que mueve nuestras vidas. Con un solo clic, las emociones que casi pasan desapercibidas en cada instante quedan grabadas para siempre.
Soy fotógrafo desde que tengo uso de razón, aunque la cámara se convirtió en mi forma de ganarme la vida en 2003, cuando comencé a trabajar con unos de los mejores maestros de este oficio en España.
Llegado el 2019, decidí emprender mi propio camino agradecido por todo el conocimiento que me han transmitido en estos años. Ahora lo aplico con la vocación de captar lo esencial de los pequeños y grandes momentos.
En una boda, en un viaje, en un evento, incluso en cualquier producto o imagen corporativa, creo que las imágenes que más cuentan son las que representan la sencillez de lo natural.
Parte de esto me lo ha enseñado mi vocación viajera, con la que me he perdido por medio mundo en busca de inspiración y luz, algo que siempre encuentro en un sitio que me llena y me recarga y al que, por eso, siempre vuelvo: Lanzarote.
Podrás encontrarme muchas veces allí, casi siempre en Córdoba y también en cualquier lugar en el que tú quieras que recojamos en imágenes lo esencial de la vida. En tus pequeños y grandes momentos.
¿Te acompaño?
¿Tienes una comunión y necesitas un fotógrafo profesional? Allí estaré.
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